lunes, 30 de agosto de 2010

He vuelto a verlo. Mi corazón ha dado un vuelco. Un giro de 180º que ha parado mi reloj. Una sensación extraña la de volver a sentirse vivo, que tantos sentimientos florezcan ahora, después de estar tanto tiempo marchitos.


No sé si él me vio, pero yo no podía dejar de notar su presencia a mis espaldas. Es extraño, la primera vez fue él quien se acercó y mostró interés, ahora es él aquel que parece no sentir nada. Ni una sonrisa, ni un saludo, ni siquiera una mirada de odio o rencor. Sólo indiferencia. Indiferencia ante la que no puedo actuar: si sonrío quizás se ría de mí, si no lo miro quizás mate el último resquicio de afecto que pueda haber. Sólo incertidumbre. Incertidumbre no saber si los habrá, si habrá sentimiento alguno que me dirija. Pero no puedo correr el riesgo de que lo haya y por mi propia culpa se extingan.

No iba solo, lo acompañaban dos amigos. No sé quiénes eran pues yo sólo podía fijarme en él. Me siento estúpida por pensar aún en él, pensar después de tanto tiempo.

Siento una presión en el pecho, otra en el cerebro. ¿Qué es lo correcto? Seguir al corazón y esperar por si él sigue sintiendo algo o ser razonable e intentar olvidarme de él de nuevo. Lo mejor sería olvidarme de él, dejarlo en el pasado como algo que pudo ser pero que no fue, algo que estuvo ahí pero lo dejé ir. ¿Podré esta vez? Nadie lo sabe, ni nadie lo sabrá si no lo vuelvo a intentar. Como quien rasca un “Rasca y Gana” y termina con un ‘Siga Buscando’ en la mano. Pero seguirá intentándolo, hasta el día que le diga: ‘Premio’.

Supongo que es lo que debo hacer, seguir rascando hasta que la suerte se ponga de mi lado y me diga: ‘Lo Conseguiste’. Y ya no pensaré más en él. Y mientras mi mente es libre alguien saltará y llorará de alegría porque le salió un ‘Premio’.



Conclusión: Todo en esta vida hay que intentarlo, perseverar.



Eso fue lo que escribí hace más de un año, hoy escribo algo bastante diferente. Hoy mi vida ha girado de una manera impresionante y soy yo la que salta y llora de alegría porque me salió ‘Premio’. Hace poco más de seis meses aparecieron tres dibujos iguales en mi ‘Rasca y Gana’, dándome el mayor premio que te puede dar la vida. Algo así como en enero apareció alguien en mi mundo, una persona que nunca había visto, alguien que era nada para mí.

Sinceramente no estoy orgullosa de cómo traté a esa persona en un principio, pero poco a poco fue ganando terreno en mi vida, en mi mundo, en mi corazón… tanto, que un mes y poco después consiguió robarme un beso y a partir de ahí consiguió entrar por completo en mi corazón.

Reconozco que no le pudo ser muy fácil porque creo que puedo llegar a ser la persona más difícil, más antipática y más borde que puede pisar la tierra. Sin embargo, ella persistió y mucho, por eso cada día le doy las gracias por soportar todo aquello. Por haberse esforzado para conocerme, por aparecer en mi vida como un halo de luz en la oscuridad de mi rutina. Desarmó toda mi vida, derrumbó todos mis planes, alegró mi vida y transformó mi futuro.

Antes soñaba con una vida, ahora vivo un sueño. Simplemente la amo y le doy las gracias cada día por metamorfosear mi mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario